24 de junio de 2011

1. Blyth, Clon Blythe: Delia

A finales de marzo de 2011 compre mi primer Clon Blythe para darme el gustito de customizar. Este tipo de clones a veces tiene su encanto. Y aunque ahora los incluya entre el grupo de los peores, valió la pena sacarse el gusto.
A lo largo de todo el año, Delia fue mi muñeco de practica, literalmente,  y sufrió grandes y constantes modificaciones. 
A las horas de llegar, Delia fue desarmada y customizada. El resultado fue bastante positivo dada mi inexperiencia. Apenas toque tímidamente los labios y la nariz, cambie de lugar los chips, "pequie", maquille y fije. 
El cuerpo de las Blyth no es para nada lindo, era mas similar al de una barbie de mi niñez que al de las Blythes. Por lo que decidí comprarle un obitsu. Aproveche la oportunidad para animarme mas al carving e hice desastre. Talle donde no, y la boca quedo con una forma muy extraña y desagradable.



Tiempo mas tarde, decidí cambiar el horrendo pelo de stock por unas cortinas suaves y sedosas. Aproveche entonces  otra vez la desarmada para corregir los errores. En este momento ya contaba con un poco mas de experiencia, y si bien no tenía mucho margen de plástico para trabajar, la deje bastante mas linda de lo que era.

Claro esta, que el pelo del nuevo no era soportado por el obitsu que se doblaba y desarmaba por sostener tamaña cabeza. Conclusión: compre un cuerpo de stock de segunda mano para que gane algo mas de "cuerpo" y consistencia.

Finalmente invertí tanto dinero que mas barato me hubiera salido comprar un Neo. Pero valió la pena la experiencia. Sin ningún lugar a dudas....

nota: adaptar un cuerpo de stock a una cabeza de Blyth es sumamente complicado, el espacio de la cabeza de estos, no se adapta a los cuerpos, por lo que hay que recuperar cierta pieza similar a un tapón que trae el cuerpo de stock blyth, serrar parte del cuello del cuerpo blythe para darle el largo deseado (si no quedan cogotudas) y pegarle este tapón.
nota2: el mismo tapón hay que colocarlo en los obitsus, simplemente se retira la parte móvil del cuello de estos. 

Hubo un tiempo que fue hermoso

Crecí con una economía de fantasía, tercie mi adolenscencia en un maravilloso mundo llamado uno a uno. Donde con una monedita podías comprar millones de golosinas, un huevo kinder o dos latitas de pepsi.
Las cosas se pusieron feas un día y el peso que valía lo mismo que el dólar empezó a bajar. Entonces desaparecieron los jeans de buena calidad a 20 o el carrito lleno por 100. Mucha gente perdió todos sus ahorros, otros directamente hicieron su valija y buscaron economías más prometedoras en el exterior y hasta el mismísimo presidente se tomo el palo.
El dólar empezó a subir y hoy hay que multiplicar por cuatro cada vez que queremos comprar algo afuera. Al Euro prefiero ignorarlo para no hacerme tanta malasangre. Blythe por que no volviste en los noventa?, con el caglos* podría haberte tenido.
Con la economía andando así duele un poco gastar +/- 100 dolarucos en un muñequita. Así que lo pensé muchas veces antes de arriesgarme a gastar tanto dinero, y preferí invertir la mitad en una Blythe de medio pelo, clon, truhca, copia, engendrita, etc, etc, etc.
-Me saco las ganas de Customizar, de tener una de verdad y “después vemos”.
"Después vemos" significo comprar dos mas, un engendro pequeñito, ropa, zapatos, cuerpos y la lista sigue. Pero al principio, en este principio donde solo iba a comprar una “el señor de bigotes” puso el grito el en cielo:
-Esa plata!!! Y por una muñeca? Por una muñeca trucha? -Después de unos según de meditación.
-Esta bien gástatela, trabajas en un lugar de Mi*”9… Gastate la plata en lo que quieras.
Y fue sencillamente así como contacte a Ana de No soy Blythe. Y a los dos días, Delia estaba en casa.



*Dios nos salve y nos guarde, y jamás vuelva ese señor.

23 de junio de 2011

Esta muy Persuadida y sola

Llegue al mundo Bajo el signo de Sagitario, una tarde noche de noviembre cuando apenas los ochenta comenzaban a despertar. Blythe ya había sido más que olvida y deberían pasar dos décadas bulliciosas para que volviera a los anaqueles virtuales del siglo 21.

Supongo que habré nacido ya con esta mochilita de peluche. La misma que hoy llevo emparchada con telas, cueros, plásticos, barro y hojitas secas. Algunos me llenarán rara por llevar ese cachivache a cuestas, la mayoría quizá me titule loca, el resto no se dará cuenta y me dejará seguir mi camino feliz.

A esta altura de mi vida, con mi familia perro-humano, con un señor de bigotes* durmiendo a mi lado. Con todas mis amigas lejos de mi-nuestra ciudad, como si el cólera nos estuviera diezmando y mejor estar lejos. En este preciso momento, cuando todo parecía desolador, me detuve enfrente a la pantalla a desear mi primer Blythe. La había conocido años atrás, me parecía hermosa, me encantaban las customs, pero era tan cara…. Y lo seguía siendo. Hasta que de pronto, como de atrás de un árbol apareció un clon. Y es aquí que decido contar un poco esta historia.



Esta foto fue tomada sin permisos de cornflakesgirl.wordpress.com
(sitio que no puedo visualizar correctamente)
De forma ilustrativa.


*Vale la pena aclarar que el señor de bigotes no es tal. Simplemente el no tiene bigotes. Pero era una imagen interesante para describir-nombrar a mi hombre.